Historia de la Medicina en México, hacia el siglo XX


El final del siglo XIX y el inicio del siglo XX fueron un parteaguas en la medicina, que se puede agrupar en dos áreas: la práctica médica y la salud pública.

Con la revolución industrial surgió la revolución médica, que siguió el mismo patrón: la creación de aparatos e instrumentos. Esto inició la transformación de la medicina como ciencia y el establecimiento de las especialidades médicas. Los médicos, con aparatos como el oftalmoscopio, el espejo de cabeza, el cistoscopio y los rayos X, podían “ver” dentro del ser humano. Esto hizo que la anatomía sustituyera los antiguos sistemas y se abandonara el concepto humoral de las funciones y las enfermedades. Para entonces, el clínico pensaba y hablaba en términos anatómicos. El mérito de los médicos mexicanos fue adaptarse rápidamente al pensamiento imperante. Ejemplos de ello fueron los doctores Rafael Lucio, Ladislao de la Pascua, Ignacio Alvarado y Miguel Jiménez, quienes realizaron numerosas necropsias.

Concluyó el siglo XIX con la introducción de la antisepsia y las prácticas asépticas como acontecimientos notables para la salud y bienestar del hombre; los líderes en México fueron los doctores Eduardo Liceaga y Ricardo Vértiz, este último introdujo el concepto de asepsia al Hospital Juárez en1880.

En 1901 se funda el Hospital General de México, que hasta hoy es la institución más importante en asistencia, beneficencia y enseñanza médica del país, organizada por pabellones de diferentes especialidades médicas, con lo que nace la modernidad hospitalaria.

La Constitución Política de 1917 plasmó demandas sociales básicas al crear, mediante el artículo 16, el Departamento de Salubridad.
 

Antecedentes

A partir de esto ocurrieron una serie de sucesos: durante la presidencia de Abelardo L. Rodríguez, la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social en 1935, dos años después, la creación de la Secretaría de Asistencia Pública y en 1943, su fusión con el Departamento de Salubridad que dio lugar al nacimiento de la Secretaría de Salubridad y Asistencia; fue ésta la gran época de la creación de la medicina moderna a través de los nuevos hospitales.

En este periodo se construye el Instituto Nacional de Cardiología, primer Instituto de su género en el mundo, el Hospital Infantil, durante los siguientes 20 años surgieron el Hospital Central Militar, el Hospital de La Raza, el Centro Médico Nacional, el Centro Médico 20 de Noviembre.

El 12 de octubre de 1946, en el pabellón no. 9 del Hospital General se inaugura el Hospital de Enfermedades de la Nutrición (HEN). El objetivo del doctor Salvador Zubirán fue crear una institución de excelencia en donde médicos del más alto nivel trabajaran para organizar la enseñanza, ofrecer la mejor asistencia al paciente e iniciar la investigación. Este hospital con el tiempo ser convirtió en el Instituto Nacional de Nutrición.

El 16 de julio de 1968 se inaugura en un terreno de 30,000 mts.2 en Tlalpan, el primer edificio, la Unidad de Investigación Wenner- Gren. En 1978, al extender sus funciones en otros campos y como homenaje a su fundador, cambia su nombre a Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, denominación que permanece hasta junio de 2000, fecha en la que incorporó a su nombre en los términos de Ciencias Médicas, para subrayar su carácter de centro de conocimiento y desarrollo de la medicina con un enfoque integral. Con respecto a la conclusión del siglo XX, se considera que a un siglo de haberse iniciado la construcción de una red médica y hospitalaria de salud y seguridad sin paralelo, tal experiencia histórica condujo a México en 1994 a la reforma del sistema de salud que habría de contemplar la descentralización, la ampliación de cobertura, un paquete básico de salud y la mejoría en la calidad, la eficiencia y la equidad de los servicios médicos, en particular de los hospitales públicos.

Con este propósito y de cara al futuro inmediato el compromiso es permanente para que la salud y la prevención estén al alcance de todos los mexicanos.


Fuente: Gac .Méd. Méx. Vol. 145 No. 4, 2009