Obesidad abdominal y retinopatía diabética

En México, 44.8% de las personas con diabetes tienen obesidad, 36.4% sobrepeso y 92.9% excesiva adiposidad abdominal. La obesidad abdominal promueve la expresión de factores y liberación de citocinas pro-inflamatorias que contribuyen al deterioro de la homeostasis de la glucosa y resistencia a la insulina¹. Esta última, provoca isquemia, hipoxia y daño por estrés oxidativo en la pared vascular, lo que induce daño microvascular. La retinopatía diabética (RD) es la complicación microvascular más común de la diabetes y es una de las principales causas de ceguera en la población en edad laboral en todo el mundo².

Shouqiang Fu, Liwei Zhang, Jing Xu et al3. investigaron la asociación entre la obesidad abdominal y la retinopatía diabética (RD) en pacientes con diabetes mellitus (DM) tipo 1 y 2. Se realizó una revisión sistemática y meta-análisis en los que se incluyeron 5596 pacientes de 24 estudios observacionales. Se encontró una asociación entre la obesidad abdominal (medida por la circunferencia de cintura y el índice cintura-cadera) y la RD, siendo mas fuerte en poblaciones caucásica y asiática.

Aunque no se reportó asociación entre obesidad abdominal con los diferentes grados de RD, los datos muestran que la obesidad abdominal se constituye como un factor de riesgo independiente para desarrollar RD.

Por tanto, se cuenta con mayor evidencia para fortalecer las acciones preventivas de esta complicación incluyendo la reducción de peso como una meta de control prioritaria en personas que viven con diabetes.